jueves, 25 de julio de 2013

Bela Marbel - Espirales en el ombligo

Ana Cruz intenta recuperarse de la pérdida de su marido, pero no es capaz de conseguirlo hasta que, en la boda de su mejor amiga, se cruza en su camino un irresistible, atractivo e insoportable tejano que parece dispuesto a poner su vida patas arriba.
Cuando Mark Jacob se topa con aquella espectacular española de lengua afilada, sólo puede pensar que está ante una lunática por muy sexy que sea. Pero la atracción que Ana despierta en él es muy poderosa y el sexo... El sexo siempre acaba metiéndole en problemas.
Y mientras ella se resiste a aceptar lo que el destino le ofrece, sintiendo que iniciar una nueva relación es una traición hacia su fallecido esposo, Mark lucha con todas sus fuerzas para conseguir a la mujer que ama. Pero la palabra «compartir» no forma parte de su vocabulario, ni siquiera con un muerto.







Opinión personal:

Muy recomendable

No nos dejemos llevar por las primeras impresiones, porque detrás de este título hay una gran historia, donde ríes muchísimo, aunque algunas partes en las que matarías a alguien. Pero es un libro que deja con buen sabor de boca, porque todo evoluciona como tiene que hacerlo.

Pero como su título dice hay espirales y yo añado que hay dos tipos de espirales: una negativa y otra positiva. Ahora las voy a analizar y así hablaré también de los personajes.

Voy a empezar tratando la negativa. En esta espiral se encuentra la pareja protagonista, formada por Ana y Mark, pero también la secundaria, formada por Clara y Dani. Vamos por partes. Ana y Clara comparten su propia espiral que comparten con Carlos, el ex marido de Clara y el mejor amigo del difunto marido de Ana, Marcos. Pero realmente ellas no pueden salir de esa espiral, porque Carlos no les permite hacerlo. Además, hay que unirle que él les hace chantaje psicológico. Pero esta espiral es más bien una remolino de autodestrucción que los destruye a los tres. De ellos, la que tiene más posibilidades de alejarse es Clara, porque dejó a Carlos, pero aún así él, que es dependiente de ella y la utiliza como lo hace con Ana, se deja llevar, pero con la fuerza del remolino arrastra a Dani, que no soporta a Carlos. Dani ve lo que pasa, pero está tan ciego de amor, que por no tener problemas con Clara, traga. Cuando te metes en la historia, te das cuenta que Dani puede salvar a Clara, pero tiene las manos muy atadas y Clara tampoco lo permitiría. Nada mejor que poner un ejemplo para que lo veáis:

 "—¿Tú crees que yo soy el capullo? —se dirige a mí, entrando en la habitación hecho una furia—. ¿Y qué me dices del tío ése, que te impide seguir con tu vida, que te insulta y se encarga de que no puedas aceptar la muerte de tu marido? ¿Ése es tu amigo del alma?
»¿Y qué me dices de ti? —sigue, dirigiéndose a Clara—. Sales corriendo de tu cama en tu noche de bodas para ir a consolar a tu ex, ¿y te indignas porque Dan se enfada? »Y tú, ¿porqué coño te estás disculpando? ¿Qué se supone que tenías que hacer? ¿Invitarlo a pasar la luna de miel con vosotros? —azuza a Dani."

Ana, por su parte, ha intentado tener alguna que otra relación, pero no consigue sentir nada ni cuando los besa ni cuando tiene relaciones sexuales con esos hombres, salvo con Mark, porque cuando están cerca saltan chispas. Aunque el punto flaco de de este personaje es su difunto marido. Ana comparte la espiral con Carlos y con Clara, pero también tiene la suya propia, porque lo que puedes ver es que su vida se ha paralizado con la muerte de su marido. Lleva el anillo de casada y además le escribe cartas a Marcos, algo que le causará problemas con Mark. Un hombre que, al poco de conocer, hace que olvide a su difunto marido.
Mark tiene su espiral personal e intransferible. Una relación que sólo le trae problemas, le ocasiona disgustos, en fin algo con lo que debe acabar y así lo hace, o al menos eso parece, cuando conoce a Ana. Los dos se conocen en la boda de Dani y Clara. Mark es amigo de Dani de toda la vida. Con la disculpa de esa boda, Mark escapa de su realidad y se toma "unas vacaciones" en las que lo único que quiere es Tranquilidad. Pero se encuentra con la española de lengua afilada, que le hace gracia y con la que hay una conexión y una química que, poco a poco, dará paso al amor y donde el sexo es lo mejor de la ecuación. Aunque para mi fue un flechazo a primera vista y la verdad, son tal para cual. Pero esa mochila que trae Mark sobre su espalda causará algunos problemas, pero también descubrirá que si él es un hombre posesivo, Ana, por su parte, es una mujer muy posesiva. La diferencia es que Mark tiene que competir contra un muerto y lo lleva mal, por ello también se convierte en foco de problemas.

Las espirales positivas son las que Mark le dibuja a Ana en el ombligo:

"Después se tumbó de nuevo a su lado, mirándola con la cabeza apoyada en una mano mientras la acariciaba con la otra. Y sin saber cómo, las yemas de sus dedos volaron sobre el estómago de Annie, dibujando una espiral perfecta que acabó en el centro del ombligo."

Pero dentro de toda esa historia que se genera entorno a la figura de un difunto, hay momentos que nos hacen reír, como cuando Mark consigue que Ana lo acompañe a casa de su abuela materna, en Granada. Una mujer encantadora, ya mayor pero con una gran fuerza y que se derrite por su nieto. Aunque le duele, porque se nota, lo que en el pasado su niño sufrió. Aunque esa mujer es una especialista en el lanzamiento de la zapatilla:

"—Nos escaparemos e iremos a los establos, como en las pelis —me besa con pasión mientras baja una mano hacia mi trasero y con la otra me coge de la nuca. De pronto sentimos una zapatilla que vuela a nuestro lado.
—Aparta tus sucias manos de esa pobre chica, ¡cochino! —inmediatamente nos soltamos y nos reímos. La abuela regresa a la cocina, con una sola zapatilla, mascullando cosas acerca de la decencia y el decoro."

Momentos cómicos los hay y muchos, incluso en muchas conversaciones entre Mark y Ana te hacen soltar alguna que otra carcajada. Pero como en toda historia hay sucesos que hacen que los protagonistas se separen y te hagan pensar que no pueden estar juntos, aquí ocurre lo mismo, aunque la reacción de Ana es diferente, deja de escribirle a Marcos para escribirle a Mark, cartas que al final, él podrá leer, porque sí todo se soluciona. Pero al final, final de todo Ana hace un descubrimiento:

"He descubierto que la diferencia entre una buena vida y una vida feliz está en..."

Si quieres saber cual es la diferencia, sólo tienes que leer esta particular y bonita historia de amor, que te gustará. Por ello mi nota es un 9.

1 comentario:

  1. yo la he leído porque vi vuestra reseña y ....
    ¡¡¡ ME HA ENCANTADO!!!
    LA RECOMIENDO

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