Christina Lauren - Un tipo odioso

Una interna ambiciosa. 

Un ejecutivo perfeccionista. 

Y un montón de insultos. 

Descubre la historia que obtuvo más de dos millones de lecturas online.

Inteligente, trabajadora, y en su camino a un MBA, Chole Mills sólo tiene un problema: su jefe, Bennet Ryan. Él es exigente, desconsiderado—y completamente irresistible. Un Hermoso Bastardo.

Bennett ha regresado a Chicago de Francia para tomar un papel vital en el negocio masivo de su familia. Nunca esperó que su asistente que le había estado ayudando desde el extranjero fuera hermosa, inocentemente provocativa—completamente exasperante—criatura que ahora tiene que ver todos los días. A pesar de los rumores, él nunca ha fajado en el trabajo. Pero Chloe es tan tentadora que está dispuesto a romper las reglas—o aplastarlas completamente—si eso significa que puede tenerla. Por toda su oficina.

A medida que su atracción aumenta hasta el punto de quiebre, Bennett y Chloe deben decidir exactamente lo que están dispuestos a perder para ganarse uno al otro.

Opinión Personal

Muy recomendable

Tenía muchas ganas de leer este libro. No porque fuera una fan fic de Crepúsculo, libros que ni tan siquiera leí, ni pienso, y películas que no he visto. Pero no sé por qué tenía ganas de leerlo. La verdad, no está nada mal. También es verdad que, por saber que era una fan fic, al igual de que Cincuenta Sombras o El infierno de Gabriel, tenía un poco de miedo que e cierto modo la historia se volviera a repetir, pero no os preocupeis porque no es así. En Bennett Ryan no nos encontramos con un Gabriel o un Christian. Es diferente, tiene su propio encanto pero al igual que ellos dos encuentra al amor de su vida, en este caso en el trabajo.

La historia de Bennet es la de un hombre que se formó así mismo, también hay que saber que su familia es pudiente. Dejando todo atrás se marcha a Europa, más concretamente a Francia, donde se busca la vida pero triunfa, no por su nombre sino por sí mismo, algo que quería mostrarse. Allí conoció a un mujer, que no está loca ni mucho menos, es muy cuerda. Modelo era ella, pero que cuando le pidió "MÁS" la dejó. Por ello volvió a casa, donde conoció al amor de su vida, pero que la quería alejar, porque el deseo que sentía por Chloe no era normal.

Chloe llevaba bastante tiempo trabajando en la empresa familiar de los Ryan, tanto era así que esa los padres de Bennett la consideraban una hija. Pero todo cuando la ascienden y ese ascenso se debe al regreso de él, que es el que se encarga de la empresa familiar. Ella pasa a ser su secretaria. Siempre correcta, hasta cierto punto, porque el comportamiento de ambos es un tanto gilipollas (perdonad la expresión chicas). Se hablan mal, apenas hay comunicación, lo único en lo que están de acuerdo es que forman un buen equipo.

La historia cambia cuando hacen el amor or primera vez en la sala juntas (¿qué tendrán las salas de juntas?). A partir de aquí la historia me recuerda un poquito a Crossfire, porque como les pasa a Gideon y a Eva, Bennet y Chloe tienen más de un encuentro sexual y aunque no quieren dar importancia a lo que sienten sus corazones se enganchan de tal modo que no pueden estar por más tiempo separados. El momento cumbre de la historia es cuando viajan a Seattle. Allí dan rienda suelta a la pasión, pero en pocas ocasiones se esconden y crean una burbuja en la que se sienten cómodos. Comienzan a conocerse mejor y se llevan más de una sorpresa cuando descubren que tienen más de una cosa en común, algo que no esperan. Pero lo que más les sorprende a los dos es que no les importaría hacer planes de futuro, que van surgiendo poco a poco. También descubren que ya no pueden estar por más tiempo fingiendo lo que sienten y que les costará mucho que la gente no se entere.

Algo que ocurre al poco tiempo de regresar. Antes de nada decir que una de las mejores cosas que tiene el libro es cuando los dos comienzan a confesarse que más de una vez se han imaginado la casa donde vive el otro. Siguiendo con lo que estaba, la primera persona que se entera de la relación entre Bennett y Chloe es el padre de él. Los dos se quedan consternados, el resultado es una de esas idas y venidas tan recurrentes en la pareja principal. Pero todo cambia cuando lo hablan en el apartamento y Chloe cuenta a Bennet lo que el padre de él le dice:

"-Que me quería como a su propia hija, — su voz se rompió mientras caían más lágrimas. En ese momento le estaba tan agradecido a mi padre, sabiendo lo mucho que quería a mis padres, lo herida que se sentía por haberlos decepcionado. Cogió aire temblorosa y continuó. —Y básicamente me dijo lo que ya sabía, que ahora eras una persona diferente, que habías

cambiado. 

—Así es, Chloe. 

—Dijo que siempre habías actuado como si el peso del mundo estuviera sobre tus hombros... pero que habían visto un cambio, y que sabían que el cambio había sido yo. —Nos miramos a los ojos, y por primera vez desde nuestra primera caricia, no vi dudas en ellos."

¿A qué nos recuerda esta confesión paternal? A Cincuenta Sombras de Grey y me explico. En el segundo libro, Cincuenta Sombras más liberadas, donde el padre de Christian le dice a Anastasia que tanto él como Grace están contentísimos de ver a Christian actuando como alguien de su edad, además que han notado cierto cambio en él y que es gracias a ella. Claro que está que las dos historias son diferentes.

Una de las cosas más llamativas de este libro es que la historia está contada por los dos personajes principales y no sólo por uno de ellos. Este mismo rasgo nos puede sonar un poquito al Affaire Blackstone, donde también nos encontramos esta característica.

La verdad es que os recomiendo este libro si os gustado Cincuenta Sombras o Crossfire, porque con esté último comparte su alta carga de escenas sexuales, pero la diferencia entre ellas es que el lenguaje no es tan soez como el que utiliza Sylvia Day. Además de pasar un buen rato.

Nota: 8,5 - 9.